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Elkarrizketa / Entrevista... Iker Azpitarte Muñoz: "Mi objetivo esta temporada es hacerme un hueco en la selección para el Europeo de pista"


Iker Azpitarte Muñoz Euskadiko pistako txirrindularitzako etorkizun handieneko txirrindularietako bat da. Zerbaitengatik dauka dagoeneko Zallako gazte honek izugarrizko palmaresa. Besteak beste, honako garaipen hauek aipatu behar dira: urrezko lau domina estatu mailako kadeteen kategorian jokatu zen pistako txirrindularitzaren txapelketan, Galapagarren 2015ean

Iker Azpitarte Muñoz se ha convertido en una de las más firmes promesas del ciclismo de pista en Euskadi. No en vano, este joven zallarra cuenta ya con un brillante palmarés que incluye una buena cosecha de éxitos, entre los que cabe mencionar las cuatro medallas de oro -dos individuales y otras tantas por equipos- conquistadas en los estatales de pista para cadetes disputados en Galapagar en 2015. El año pasado en Tafalla, ya en categoría juvenil, se alzó con el título de campeón de España en la prueba del kilómetro, obteniendo también sendos segundos puestos en velocidad individual y por equipos.   

¿Cómo fueron tus primeros pasos en el ciclismo?
Mis primeros pasos fueron gracias a la influencia de mis primos, que ya practicaban el ciclismo, y de mi tía, que lleva siendo la entrenadora de las escuelas de ciclismo de Zalla casi desde que tengo recuerdo.

La pista ha sido la especialidad en la que más has destacado hasta el momento. ¿Crees que esta disciplina es la que mejor se ajusta a tus características?
Dada mi constitución es sin duda la modalidad que más se adapta a mis condiciones, ya que es la que requiere de más fuerza y en la única en la que el peso, hablando en términos de musculatura, no es un lastre.

Coleccionas ya un buen ramillete de medallas en los campeonatos estatales. ¿Cómo viviste la consecución de esos éxitos deportivos?
Mi primera participación en los nacionales fue en mi primer año de cadetes, y aunque los resultados no fueron excesivamente buenos la experiencia fue inolvidable, era la primera vez que participaba en una prueba de ese nivel. Al año siguiente, con la ayuda de Eduardo Rincón, como también la de Hodei Mazquiaran, mi actual preparador, gané 4 de las 5 pruebas en las que participé, algo que nunca me esperé. Después, con el cambio de categoría a juveniles, el primer año fue un poco descafeinado sin ningún resultado significativo. Este último año ha sido para mi el más meritorio, ya que después de sufrir un atropello que me tuvo parado prácticamente hasta febrero pude recuperarme para los campeonatos estatales, que fueron a mediados de abril. Con esa corta pero intensa preparación conseguí dos segundos puestos y una victoria en mi prueba predilecta, el kilómetro.

¿Qué ha supuesto para ti la pérdida del velódromo de Zalla?
La pérdida del velódromo de Zalla supone para mí un gran sacrificio tanto en tiempo como en medios. He pasado de poder entrenar siempre que el tiempo lo ha permitido sin tener que salir de mi pueblo a tener que desplazarme hasta el velódromo de Berriz, y si llueve hasta Anoeta (San Sebastián). Aunque también supone un gran inconveniente para los más pequeños, que van pasar de entrenar en un lugar seguro a tener que salir a la carretera, con lo peligrosa que se está volviendo esta práctica últimamente. También hay que destacar los muchos otros campeones de España que han salido del velódromo de Zalla, y que a partir de ahora los pocos que quieran proliferar en esta modalidad tendrán que buscarse la vida para poder hacerlo.

¿Cuáles son tus objetivos para esta temporada?
Para esta temporada el objetivo principal es tratar de hacerme un hueco en la selección nacional de cara al Campeonato de Europa Sub-23 de ciclismo en pista, que es a finales de julio. Después, sobre octubre, aunque sin fecha exacta, se disputarán los campeonatos de España, otra gran cita de la temporada.

¿Qué metas te has puesto de cara al futuro dentro del mundo del ciclismo?
Por el momento la meta es poder compaginar los estudios con el deporte. Estudiar una ingeniería no tiene nada que ver con el bachillerato. Después de terminarla... Puestos a soñar, ¿por qué no una olimpiada?

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