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Elkarrizketa / Entrevista... José Pablo Arriaga: "He tratado de transmitir la idea de la supervivencia, la magia del árbol aún vivo"


Arriagak 2018ko bukaeran berriro ekin zion
Zallako Udalak eskatutako eskultura bat egiteari.
Gure inguruetan, historian eta mitologian aurkitu du
inspirazioa eta ondoren muntai lan gehiena Markinan duen tailerrean egin du. Azken asteotan Zallara hurbildu da piezaren instalazioa egiteko eta artelanari azken ukituak emateko. Bizkaitarrako zedroa era inbolikoan berpiztea irudikatu nahi izan du

El artista José Pablo Arriaga es natural de Markina-Xemein, Bizkaia, y su familia se dedica a la artesanía y a la creación de muebles tradicionales vascos. Él ha sabido aunar la tradición familiar de más de 85 años con la creación artística de vanguardia. Arriaga amplió sus conocimientos artísticos en Bilbao, continuó su formación profesional en el Edinburgh College of Art de Escocia y es especialista en trabajar con madera, para la que tiene la maquinaria apropiada y el taller adaptado. Su profesión le ha llevado a recorrer mundo y dejar huella con su obra en países como Bolivia, EEUU, Argentina, Francia, Suiza, México, India, Marruecos y en Suecia, concretamente en el Círculo Polar Ártico, donde esculpió un "abrazo" en hielo.
En 2012 recibía el encargo del Ayuntamiento de Zalla de poner en valor un cedro en la calle Bizkaitarra que, meses antes hubo que talar por riesgo de caída. A finales de 2018, tras la crisis económica, retomaba por fin el trabajo al que ha bautizado como "Bizirik nago!" (¡Estoy vivo!).

¿En qué te has inspirado para realizar esta escultura?
A la hora de diseñar este trabajo el Ayuntamiento puso a mi disposición los recursos necesarios para que pudiera documentarme y absorber la máxima información acerca del municipio, su orografía, su historia y sobre todo su mitología, ya que la brujería, el misterio y la magia que le rodea es una cuestión muy presente en vuestra identidad colectiva. Recorrí el valle, la montaña y es precioso.

¿Cómo ha sido todo el proceso de elaboración de la obra?
Al retomar el proyecto, tanto el Ayuntamiento como yo mismo, coincidimos en que no había que modificar el original, así que directamente procedí a la realización de unas catas para conocer el estado de salud en el que se encontraba el árbol, muy bueno, por cierto, después de tanto tiempo. Fue entonces cuando fui consciente de "estar a tiempo" de seguir dándole vida, tal y como se planteaba en la idea inicial.
Después, casi todo el trabajo ha sido en el taller, donde comencé a esbozar la malla de acero que sostiene los tacos de madera suspendidos y sujetos a través de piezas metálicas. Esa estructura de 7m de alto tiene un peso aproximado de 250kg y la mayor parte reposa en la base que se une al cedro. Posteriormente hicimos un primer intento para su colocación con una grúa, pero esta no era capaz de elevar la malla a tanta altura -7,20m-, así que volvimos al taller y contratamos otra de mayores dimensiones que facilitó su instalación. Para finalizar, colocamos el andamio, colocamos más piezas "en el aire" y di los últimos retoques. Para tranquilidad de las y los zallarras diré que no hay peligro de que los tacos caigan, no supone ningún riesgo para quien observe desde abajo.

El trabajo hecho en el cedro continuará a la intemperie, ¿de qué materiales está compuesto y qué tipo de conservación requerirá?
La parte central del tronco, donde está la abertura en "uve", y la parte inferior de la "ascensión" está compuesta de madera de acacia porque aguanta muy bien los embates de la naturaleza. Así, se evitará que tenga que recibir ningún tipo de tratamiento y se conservará durante muchos años sin problema de que se pudra la madera.
La parte que se suspende en el aire, las "partículas" y parte superior central, es madera termotratada. Este es un proceso natural de deshidratado que suele utilizarse para elementos de exterior y que no utiliza ningún protector químico. El resultado es que el material se vuelve tres veces más ligero, y en esa parte de la estructura me interesaba que así fuera, para que la malla no tuviera que soportar mucho peso.
Lo que le va a pasar a la escultura, con el tiempo, es que el tono de la madera va a quedar gris, como oxidado por el sol, decolorado, haciendo que contraste la parte original del árbol respecto a los añadidos que se han hecho en este trabajo. He buscado que eso suceda de forma natural, porque, de haber querido que conservara el color actual, tendría que haberla impregnado en diferentes barnices para que el sol no lo queme, y ello supone, entre otras cosas, que haya que mantener la escultura cada dos por tres. He dado protección al tronco pero no va a requerir mantenimiento alguno.

¿Qué has querido reflejar con la forma que ha tomado finalmente la estructura?
En este caso, lo fácil hubiera sido darle forma y tratándose de Zalla tallar una bruja que sale volando, por ejemplo. Esa opción no la he contemplado porque en el cedro he tratado de transmitir el concepto de la super-vivencia, la magia del árbol aún vivo. Ese es su "plus", más que su aspecto estético. Si lo hubiera modificado y arrancado parte de la corteza, lo habría convertido en un tótem, un poste que puedo colocar en cualquier otro sitio, y de alguna forma, en vez de darle vida, lo estaría matando, desvinculándolo del concepto de las raíces a las que se ha sujetado a la tierra durante tanto tiempo. Pese a lo enfermo que ha estado -y por lo que se tuvo que talar- ahora reaparece y se eleva con fuerza hacia el cielo.

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