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Zientzialariek Glefaranek osasunean duen arriskuari buruz ohartarazi dute // Científicos alertan del peligro de Glefaran para la salud


Valentziako La Fe Unibertsitate Ospitaleko 
medikua den Josep Ferrísek bere esku hartzean ziurtatu zuen 
Zalla zine-antzokian eskuragarri dauden teknika onenekin ere ezinezkoa dela 
Glefaran bezalako biomasa planta bat horren hurbil dauden hiriguneekin 
batera egotea


Los científicos que participaron el 17 de mayo en la mesa redonda sobre la contaminación de las plantas de biomasa, organizada por Güeñes Bizia y el Ayuntamiento de Zalla, coincidieron en alertar sobre el grave riesgo que esta actividad entraña para la salud y el medio ambiente. Según aseguró el doctor Josep Ferrís, jefe de oncología pediátrica en el Hospital Universitario La Fe de Valencia, incluso con las mejores técnicas disponibles no sería posible la coexistencia de una planta de biomasa como la de Glefaran con núcleos de población tan cercanos. "Tienen que ir ustedes todos a una. Sentados no van a defender su salud, la salud no tiene precio", enfatizó Ferrís, quien se mostró convencido de que los altos cargos políticos "no vendrán a vivir con sus familias a Zalla o a Güeñes".


Incineración de madera
Fernando Palacios, ingeniero medioambiental y científico titular del CSIC, manifestó que "la energía a partir de la masa forestal no tiene futuro porque es la más contaminante de todas las energías renovables", y, en ese sentido, recordó que Europa tiene que reducir el 80% de las emisiones de CO2”. Palacios presentó informes científicos que establecen cuáles son los principales hidrocarburos orgánicos policíclicos que se emiten al incinerar la madera. "De alguno, como el benzopireno, ya se ha hecho un pequeño estudio en esta instalación, pero hay otros mucho más nocivos como el fenantreno, el fluoranteno, el pireno, el criseno o el benzofluoranteno. Se trata de sustancias cancerígenas, mutagénicas, genotóxicas y ecotóxicas. Ninguna de ellas está incluida en los controles de la Autorización Ambiental Integrada (AAI) que se ha concedido a Glefaran. Por tanto, el Gobierno Vasco tendría que haber incorporado a la AAI los valores límite de emisión de estas sustancias para proteger a las personas que viven en el entorno, pero no lo ha hecho". Asimismo, advirtió de que hay otros contaminantes muy peligrosos que se encuentran en el humo de la madera, como el tetracloro, las benzodioxinas, el furano, el arsénico o el benceno

En cuanto a la distancia de seguridad, Palacios hizo hincapié en que hay estudios internacionales que han detectado depósitos significativos de metales pesados a 4 o 5km del foco emisor dependiendo de la actividad y de los vientos dominantes. En su intervención, denunció además la existencia de empresas consultoras "que se venden y que fabrican informes a la medida de las administraciones o de las industrias". 

Alteraciones patológicas
El doctor Eduardo Rodríguez Farré, jefe de Toxicología del Hospital Universitario de Barcelona y miembro del Comité Científico de la UE sobre nuevos riesgos para la salud, subrayó que estos contaminantes están favoreciendo el aumento de otros tipos de patologías que se han disparado. "Son carcinógenos, es evidente, y se está comprobando cada vez más que determinan alteraciones de la regulación del ADN y de una serie de funciones normales. Es lo que denominaríamos alteradores endocrinos. La mayoría de las sustancias que se han citado son contaminantes orgánicos persistentes, de los más tóxicos que existen en el planeta. Como estamos expuestos a muchos de ellos, hay que sumar el efecto conjunto de todos", precisó Farré.

Según el científico catalán, las personas que están expuestas a estas partículas tienen más posibilidades de sufrir ictus, trombosis, apoplejía, infarto o problemas neurológicos graves. "Hace tiempo que se sabe que provocan afectación cardiovascular, lo que se ha comprobado más recientemente es que el ictus y algunas de las patologías mencionadas están relacionados directamente con la acumulación de estas pequeñas partículas que aquí las tienen en cantidades para regalar". Por otro lado, incidió en que "la regulación hormonal de nuestro organismo, que implica muchas funciones, está siendo alterada. Por ejemplo, se van a producir efectos negativos en el desarrollo fetal por la exposición a estos contaminantes. Al cabo de 15 o 20 años, en la madurez sexual, van a provocar problemas en la formación de espermatozoides en los varones o en la formación y maduración ovular en las mujeres. Esta clase de patologías no van a matar a nadie inmediatamente, pero tendrán efectos graves para la salud en el futuro". 

"Durante 20 años he trabajado en evaluación de riesgos para la salud en la UE. Una vez que hay unas evidencias científicas muy rigurosas, pueden pasar 20, 30 o 50 años hasta que se adopten normas de restricción o de prohibición, como ocurrió con el amianto. Y esto sucede porque quienes hacen las normas no somos los científicos, los científicos hacemos estudios que no son vinculantes y que se pasan a las autoridades políticas y sanitarias". A este respecto, remarcó que ahí entran en juego los intereses económicos de la industria, "ahí se produce una resistencia". Por su parte, "las autoridades políticas están contentísimas con que no haya percepción del riesgo, porque la presión que puede ejercer la sociedad sí que preocupa a los políticos". 

Micropartículas tóxicas
Josep Ferrís puso el acento en que los contaminantes de la quema de biomasa se introducen por vía respiratoria de forma directa, "pero también de manera indirecta al depositarse en el mundo vegetal, desde donde pasan a los animales y a la cadena alimentaria. Muchas de estas micropartículas o nanopartículas, incluso por debajo de 0,1 micra, penetran en el organismo a través del sistema circulatorio afectando a todos los órganos. Está clarísimo. ¿Tenemos que hacer un estudio epidemiológico que puede tardar varios años en realizarse cuando sabemos ya todas estas evidencias científicas, y que entre tanto van a estar ustedes como cobayas?", denunció Ferrís.

Enkarterri, comarca desfavorecida
En el acto intervinieron, a su vez, el médico guipuzcoano Xabier Mitxelena y el alcalde de Zalla, Javier Portillo, quien arrancó una fuerte ovación del público tras un discurso en el que apeló al método científico para demostrar que Enkarterri es una de las comarcas más desfavorecidas en términos socioeco-nómicos y también de salud. Además, el primer edil repasó las irregularidades que han marcado la trayectoria de Glefaran, así como el incumplimiento de sus compromisos y de las expectativas generadas. Por estas razones, el Ayuntamiento de Zalla le retiró la licencia de actividad, lo que llevó a la empresa a interponer dos demandas contra el Consistorio.  

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